Nuestra naturaleza es extraña. Tenemos la habilidad de pensar, analizar y hacer muchas cosas interesantes con nuestra mente que nos alejan de las actitudes propias de los animales, pero también somos capaces de los más atroces actos, que se justifican debido a nuestro origen. Esas dos caras se contraponen completamente, pero no dejan de ser nuestras. Es decir, hay que aceptarlas como tal, saber que somos capaces de hacer esas cosas y no juzgar al humano como un ser abominable destacando sólo una parte de él. Ahora, cuando nos detenemos en las acciones que tienen que ver con la convivencia humana, sí podemos juzgarlas, ya que es evidente que algunas contribuyen y otras no. Se me hace difícil imaginar una sociedad sana si permamente existen violaciones, homicidios o un sinfín de delitos más sin la amenaza de ser penados. Claramente, esto último no es lo mejor, pero debido a la pobre ética que se tiene, por el momento el sistema sirve, y es ahí cuando las religiones que derivan de la iglesia católica o tienen un camino paralelo cobran importancia. ¿Uno, es verdaderamente responsable de sus actos? Si siempre se descansa en un ente que te perdona o en la promesa de una tranquilidad eterna es difícil que uno se plantee esa pregunta. ¿Por qué no violar a una mujer, matar a un enemigo o robar un supermercado?¿Si en un momento deja de existir Dios, entonces ahora puedo hacer lo primero que la mente me diga? Sentarse en el pasto puede servir mucho en este momento. El posible daño a terceros debería detenerte. Las sacras restricciones hacen florecer una falsa empatía. Es bastante negativa esta característica de la religión, pero es peor su comienzo. Somos tan soberbios ¿Qué nos hace pensar que la historia comienza y termina en nosotros? El tiburón tiene mandíbulas muy poderosas que le ayudan a cazar, el mono tiene gran agilidad en sus extremidades, el guepardo es muy veloz y el águila posee una excelente visión por ejemplo, pero, ¿y el humano, qué posee? Ciertamente no tenemos gran fuerza en comparación con los demás animales, somos lentos, torpes, poseemos pobre visión, audición y olfato y carecemos de garras y gruesa piel para poder protegernos. Entonces en promedio somos bastante débiles y presa fácil, pero hemos sabido sobrevivir gracias al desarrollo de nuestra inteligencia, que es la habilidad que poseemos, pero no es motivo para considerarse superiores, simplemente es algo diferente. Para algunas personas es hasta lejana la posibilidad de clasificarnos como animales, lo que es bastante fuera de la realidad.
Sería bueno aprender a convivir con los que nos rodean entendiendo sus necesidades y sin mirar las cosas por encima del hombro. Que la responsabilidad de nuestros actos no nos sea esquiva esta vez(que copión que soy). Las religiones nunca supieron respetar nuestra habilidad. Falta que nosotros la pongamos en práctica.
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